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jueves, junio 18, 2015

Respondiendo a una "buctubera"

RECIENTEMENTE ATENDÍ EL SIGUIENTE VIDEO y me compelió a responder de la manera que anoto enseguida:

Hola, he escuchado con detenimiento tu carta, en parte porque me he sentido aludido, aunque no sé si has visto mis videos empezando por este "Sopa de Extranjerismos".

Confieso que me tentaste a hacer un contestación también en video, pero tras atender las ligas que aquí compartes así como los comentarios de tus seguidores preferí compartirte mi punto de vista aquí, así, por considerar la forma más contundente.


Luego de escuchar el podcast y de ver el video que refieres noto que la piel de algunos "buctuberos" es extremadamente delgada o su capacidad de lectura es tan superficial que no ven más allá de lo que la ironía busca señalar, y esto lo digo en consonancia con algo que te comenté en un video previo, no recuerdo cuál.

Entiendo que puedan sentirse "ofendidos" por ser tachados de cierta forma, con determinados adjetivos por cierto, para no variar y en la línea de lo mismo que adolecen los "buctuberos" tomados de la cultura anglosajona, tales como "nerds", "freaky", etc. Yo mismo he padecido a lo largo de mi vida de calificaciones semejantes y hasta peores, desde "ratón de biblioteca" hasta "ente raro" (que no otra cosa significan esos adjetivos), y más pronto que tarde aprendí a engrosar mi piel y a tomar las cosas como de quien vienen, sin "hacerme cruces" o "autofagelarme" con una autoconmiseración innecesaria y resultante de una baja autoestima.

Miro varios canales de diversos "buctuberos" y, es verdad, les guste o no tienen características que no comparten con el común denominador de los jóvenes y es justo eso lo que los hace distintos, valiosos, aunque no únicos ni irrepetibles. ¿Raros? Sí, porque el común denominador no lee. "Matados" en el sentido de estudiosos, sí; porque el común denominador va aprendiendo de los libros, los maestros, los pares y la vida como por ósmosis, reactivamente, sin detenerse demasiado tiempo en el disfrute de las cosas que el hombre ha creado, analizando y se conforman solo con entender sin apuntar a la comprensión de las cosas que la existencia ofrece real e imaginariamente, a diferencia de algunos "buctuberos".

Es verdad también que muchos "buctuberos" dejan bastante qué desear en la manera como presentan sus contenidos, aun cuando los hacen con un amor indiscutible. Las reseñas de algunos, ni a reseñas llegan por fallas "naturales" en su manera de expresión; ya no digamos que ni siquiera se acercan a algo similar a una crítica. Los argumentos que exponen en algunos casos, sí, son, aunque auténticos, torpes y mueven a risa, son en este sentido ridículos, pero no vergonzosos.

Los señalamientos de los locutores en las ligas que compartes no se burlan con afán destructivo, así lo entiendo, aun cuando reconozco que sus señalamientos son tan ligeros como lo que señalan. El mismo autor "Blue Jeans" hace mofa como sintiendo pena ajena, en tanto autor, como diciendo: ¡esa clase de lectores tengo!; y como reconociendo: ¡a esa clase de lectores apelo!

Tu carta, conmovedora sin duda, me parece un lamento más que una exhortación. Acompaño no obstante varias de tus ideas. No hay necesidad de maltratar a nadie al momento de efectuar una crítica, pero a veces esta, de tan dura y necesaria, al criticado le resulta ofensa sin serlo, un atentado a su amor propio. Cierto, yo mismo como profesor de comunicadores y comunicólogos por más de 20 años he enfatizado la importancia del respeto por el otro, sin embargo también he acentuado el valor de la crítica y de la autocrítica, y veo en algunos "buctuberos" ausencia de esta última al amparo del regodeo a veces insulso en la tarea de hacer lo que es su mero gusto.

Como le dije en alguna otra ocasión a otro "buctubero", entre el abuso de expresiones sajonas por simple moda y la repetición de formas y maneras de presentar los contenidos la fórmula del booktuber empieza a verse gastada por más que la paren de cabeza. Tu caso es de los pocos que rescato.

Hace no muchos años, editorial Alfaguara hizo un concurso para incluir a blogueros en un proyecto mercadológico llamado "Cadena de Lectores". Enemigo de concursos, me animé a participar quedando, para mi sorpresa, entre menos de una decena de elegidos, la mayoría muchachos 20 años menores que yo. Así comencé mis colaboraciones "gratuitas" a lo largo de 3 años reseñando libros en mi muy particular estilo que hace mi blog "Elogio de la Lectura" escrito y (ahora además) en video (¡sí, soy "buctubero"!). Siendo profesional de la comunicación, mi pago eran los libros mismos que me enviaba la editorial. Mi madre, promotora de la lectura, cómplice de mis "botines" tras cada Feria del Libro, bibliotecaria, con puntual ironía cierta vez me dijo: hoy no hay comida, así que a ver si cocinas un estofado de libros a falta de sopa de letras.

En fin, ¿a dónde he querido llegar? A esto, a lo mismo que decía Luis de Góngora: "ande yo caliente / y ríase la gente" o como yo mismo he escrito en estos ejemplos: