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martes, mayo 11, 2010

LECTURAS EN-REDADAS


Entre los servicios que están desarrollando varias casas editoriales hoy, aprovechando la tecnología y especialmente el poder de la Internet, está la creación de espacios para lectores. Uno de los primeros fue Cadena de Lectores, de Editorial Alfaguara, creado por la agencia publicitaria Pauta Creativa con la finalidad de incidir en la interactividad y el intercambio de lectores y autores. En ella escribimos desde 2006 reseñas y comentarios a diversas lecturas de la citada editorial que quizás hayan leído muchos de ustedes.
Uno de los más recientes es el espacio o grupo o página abierta por Grupo Editorial Planeta en Facebook con la misma finalidad.
La diferencia entre estos esfuerzos fundamentalmente es de forma y de funcionamiento. En el caso de Alfaguara, su Cadena requiere que los lectores y aficionados a los textos publicados bajo esa firma se suscriban gratuitamente. Así pueden participar en concursos, escribir, compartir con otros que tienen los mismos intereses. Es más bien un círculo relativamente cerrado.
En el segundo caso, es más abierto y flexible, lo cual no significa tampoco que sea mejor o peor. Lee, se llama y en él el dinamismo de los comentarios es la clave para la promoción de las obras de los autores. Al ser más abierto se presta a que muchos comentarios carezcan de calidad crítica, pero eso es lo de menos, pues los lectores no necesariamente tienen que ser académicos o especialistas en tal o cual filón literario. Más bien el problema, si es que lo hay, es que se abre la puerta a inserciones anodinas que no conducen o incitan suficientemente a la adquisición de títulos. O que en vez de abonar a la firma editorial, desvían la atención hacia otras. Este último punto, puede ser una ventaja competitiva, pero ¿para quién?

DE LOS SITIOS DE RESEÑAS A LAS REDES
Hace algún tiempo, los primeros indicios del aprovechamiento de esta tecnología informática en la promoción de la lectura, los teníamos en muchos sitios que aún existen, como Schvoong creados para la publicación de reseñas y resúmenes variopintos sobre filmes, libros, trabajos escolares, y un largo etcétera. Algunos de esos sitios fueron pioneros en la paga a los autores de reseñas quienes de centavo en centavo iban acumulando mínimas "fortunas", siempre y cuando publicaran con la suficiente frecuencia (cosa que nosotros no hemos hecho quizá como podría esperarse o como deberíamos). Ahora, quienes escribimos a veces debemos sacrificar la paga en contante y sonante por dar preferencia al aumento de tránsito en nuestros sitios o aquellos donde colaboramos, porque de ese modo entra también ingreso por el lado publicitario, que también ha evolucionado notablemente, aun cuando no puede considerarse todavía como la principal fuente de ingresos para muchos de nosotros.
Sitios como los expuestos en el apartado anterior, resultado de los esfuerzos de la industria editorial por mantenerse, si no a la vanguardia sí por lo menos al día, son gratuitos y no pagan ni un céntimo a quienes publican, pero han demostrado tener mucho más arrastre que otros entre el público, en parte por su flexibilidad, su movilidad.
Hoy, cuando muchos se preocupan por si la gente lee o no, insistimos, es claro que la gente lee más que nunca en la historia. El, ¿cuánto les gusta?, ¿90%? del contenido en la Internet es textual; entendiendo por textual mensajes hechos con palabra escrita. Contra lo que muchos pueden pensar, la proporción entre texto icónico (imágenes) contra el texto enunciativo (palabras) es descomunal. Sí, la gente lee más precisamente por la Internet. Lo que están tratando de hacer las editoriales, entonces, es canalizar la lectura hacia contenidos edificantes y no nada más entretenidos o regularmente informativos. Y no sólo son esfuerzos de las firmas consolidadas, también ya abundan redes sociales creadas por particulares para el intercambio de opiniones y hasta de obras. Los clubes de lectura, otrora casi exclusivos de una élite snob, bohemia, casi restringida a la peña, el café o el bar, hoy cobran forma en redes como Liibook.
Los sitios para exponer el conocimiento como Yahoo!Answers y otros similares perviven gracias a su perfil y el nicho que atienden. Estamos ciertos que estos "nuevos" sitios de corte estratégico tendrán más presencia con el tiempo, pues están haciéndose populares, democráticos. Lejos están quedando los espacios de las bibliotecas y universidades dedicados en su pequeño coto de poder exactamente a lo mismo. La clave, queda claro, la clave para el "control" de la información es la apertura y no lo contrario, como apuestan ciertos gobiernos y políticos. La clave está, justo en sus narices y es matemáticamente medible gracias a la teoría de la información (o de la termodinámica, que es la base).
Constriñendo los contenidos sólo se logra filtrar lo "adecuado". ¿Pero quién tiene la estatura moral suficiente para decir lo que es o no apropiado?