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lunes, marzo 09, 2009

HABLANDO SIN INTERRUPCIÓN

Desde esta fecha comenzamos a colaborar con la revista electrónica Speak Without Interruption. Ya está incluida en la barra lateral la sindicación correspondiente gracias a la cual no sólo podrán tener acceso a los textos que podamos publicar en ese espacio adicional, sino a las aportaciones de los otros autores de la misma revista.
¿Cuál es la gracia de esta novedad? Que somos los primeros latinos en escribir para esa revista. Esto nos abre un nuevo mercado entre los lectores bilingües (hispanohablantes y anglófonos) del otro lado de la frontera norte de México y aún más allá.
Estamos seguros que esta extensión de nuestros potenciales creativos cumplirán cabalmente con la misión de no sólo hacer de nuestro idioma materno la catapulta cultural de nuestra idiosincracia, sino además el factor promovente de la comprensión entre los pueblos.
No es suficiente, pues, hacer Elogio de la Lectura de las cosas y gente que la vida ofrece a nuestros sentidos. Se hace necesario hablar sin interrupción sobre esas cosas y esa gente que nos explica lo que somos, de dónde venimos y adónde vamos.
Ojalá los lectores asiduos a estos espacios de nuestra revista Indicios Magazín-e sepan perdonar, tolerar y valorar la pulpoidea (si cabe el neolgismo) labor que venimos desempeñando. Todo es con el afán de cruzar intereses y enfatizar coincidencias.
A modo de presentación hace la primera entrega para dicha revista. Esperamos que sea de su agrado y tanto allá como acá nos lo hagan saber mediante sus comentarios.

martes, febrero 24, 2009

EMPERATRIZ DE LOS ETÉREOS


No he leído esta obra de la escritora Laura Gallego, pero reconozco que la forma de publicitarla me la hizo muy atractiva y si no, hagan click en la foto. Sé que tal vez no es muy novedoso el modo, pero no deja de ser digno de un elogio su lectura.

lunes, febrero 23, 2009

ESTANDO EN TODAS PARTES, ¿DÓNDE QUEDA?

Si hay algo que da gusto, emoción y hasta euforia a quienes escribimos en medios como este, eso son los comentarios, aislados o no, de los visitantes y lectores que se toman la molestia, el atrevimiento, hacen la deferencia de asentar algunas pocas palabras ya de crítica, de vapuleo o aliento. En ocasiones, algunos de esos visitantes y lectores --hago la distinción porque no siempre son lo mismo-- son, como uno, autores que han encontrado en este medio el modo más adecuado en principio para darse a conocer.
Internet es un escaparate, ni quien lo niegue. Y esto para bien y para mal. En este aparador encontramos de todo, lo mismo bazofia que margaritas para los cerdos (como diría Kant). Todos nos erigimos en críticos opinadores, sabihondos mequetrefes o degustadores espontáneos, villamelones o expertos. Haciendo y deshaciendo creamos un mundo alternativo que hace las veces de espejo del que habitamos consuetudinariamente. Así, a querer o no, construimos el poema de la vida.
En aquel automóvil cuyas formas tomaron días de insomnio a su diseñador; en ese proceso administrativo que reduce costos; en la composición musical de allá o el discurso literario de un adolescente hay poesía. Una poesía que espera ser leída.
Del griego poiesis, significa creación y el concepto aplica originalmente a todo tipo de creación, lo mismo al edificio que al trazado de una carretera. Los grados de utilidad no merman la poesía que sustenta a las cosas que son producto de nuestra creatividad humana. Por eso resulta triste, muy triste, que la considerada como tal de modo específico, la composición literaria con forma de soneto, lira, con métrica, rima o construcción "libre", no sea suficientemente leída y elogiada. Pero, ¡qué nos extraña! Si la poesía diaria nos pasa desapercibida, qué pueden esperar un terceto o una décima.
Estas consideraciones vienen a cuento, porque creo que no sólo resulta honorable y decente sino justo remitir de vez en vez a sitios como Fragmentos como Retazos. ¿No es una maravilla? ¿No es lo máximo? ¿No es honesto? ¿No es perfecto? Lo que sea o deje de ser, sin ánimo de calificar o de andar con la odiosa tarea de cazar pulgas (así se denomina en el argot de la correción de estilo a la búsqueda de errores), el sólo hecho de plasmar el sentimiento en una superficie y dejar que fluya el río de palabras ya es digno de elogio. Vaya pues nuestra retribución a este amigo identificado como "Tristán" y que nos ha llenado de gozo al compartir sus versos. Ya cada quien podrá hacernos llegar su opinión o, mejor aún, dejará su respectiva huella en el área de comentarios allá o acá.

SOBRE AUTOEDICIÓN Y AUTOPUBLICACIÓN

Recientemente, a raíz de un comentario en mi blog A Vuelapluma, visité los sitios de Antonio Castro. Especialmente llamó mi atención el largo, sí, larguísimo artículo sobre autopublicación dedicado a despepitar de Lulu.com, sitio del cual soy miembro registrado aun cuando no he hecho más que pinitos y pruebas.
No quiero abundar en detalles. El hombre, de profesión Biólogo, escribe bien, bastante bien y, aun cuando no he leído sus ficciones, definitivamente me parece digno de elogio. Dénse una vuelta por ahí, y se darán cuenta de que en efecto, ya se trate de textos cortos o largos, todavía la palabra escrita es la reina en Internet; y cómo no, si es la base de todo.

jueves, febrero 12, 2009

LOS LIBROS DE FRANCISCO MARTÍN MORENO


Dice el adagio que en gustos se rompen géneros. Y es muy cierto. Confieso que de Francisco Martín Moreno sólo he leído una sola de sus novelas. La primera: México Negro, acerca de la historia de la explotación petrolera en México. La novela fue un éxito de librerías, no dejo de reconocerlo, aunque personalmente me desagradó bastante por la impericia del autor en el manejo no sólo de la construcción de la obra, sino del propio lenguaje.

Pretendiendo hacer una novela histórica, la mitad de la obra sigue el derrotero básico y tradicional de este género, pero a la mitad queda extraviado el personaje principal, el cual para la segunda parte se hunde en el olvido del autor quien ya no lo usa ni menciona para nada. De una ficción histórica, toda la segunda parte se convierte de pronto en una especie de libro de historia escrito por un abogado con aspiraciones literarias.

Pero no se me malentienda. Aquí en Elogio de la Lectura jamás he pretendido poner en entredicho a ningún autor ni a ninguna obra. Cuál sería el elogio si no pudiera observarse la evolución y el tiempo dedicado por un escritor como Francisco Martín Moreno que incluso rompió su matrimonio y abandono la abogacía para concentrarse en la realización de su sueño literario. Si Gabriel García Márquez se aisló del mundo, dando todo su dinero a su esposa y sus hijos, vendiendo su automóvil para crear ese pilar intitulado Cien Años de Soledad del que deriva el resto de su obra. Si Paul Gaugin dejó todo el confort de su trabajo en la banca, acabó con su matrimonio y su familia de clase media alta, para absorberse en su pintura, tú lector, mejor que nadie, puedes juzgar si es o no digno de admiración semejante esfuerzo.

A todos los que nos gusta y nos dedicamos a alguna de las formas artísticas de expresión, a los que estamos comprometidos con el fenómeno comunicativo, de un modo u otro todos estos casos nos sirven de ejemplo tanto luminoso como oscuro.

No es fácil apartarse del mundo (o verse apartado del mundo). Actuar y crear a contracorriente o simulando ir con la corriente. Sobre todo no es fácil pretender evolucionar, aspirar al desarrollo personal con toda conciencia y no sólo como resultado de un accidente de la vida o una ocurrencia en la sociedad.

El estatus que alcanza el artista, sin importar su disciplina, es a la vez el del maldito, el apestado, como el del iluminado, el loado. Entre la imagen del tonto de la colina y la del sacerdote que baja de la montaña para diseminar la novedad, sólo hay un ser humano. Idealista, sí, pero humano.

Estadísticamente se estima que alrededor de un 10% de la población mundial cae en las categorías de personalidad definidas como idealistas. Lo peculiar de estos datos es que sin las ideas que proveen estos idealistas, ninguno del restante 90% de materialistas tiene los fundamentos para generar el cambio. Primero viene la idea y luego la acción capaz de realizarla. Lo arduo está en la transición, en la comunicación entre uno y otro.

Por eso, si bien no he querido leer otras obras del autor en cuestión, elogio su entereza, su tezón. Estoy cierto de que en el camino ha aprendido a sortear los retruécanos y a construir lógicamente, correctamente tanto sus frases como sus argumentos. Prueba de ello es que sigue vendiendo bien, muy bien. Me asomaré un día de estos a otro de sus libros, pero mientras estoy seguro que tú me tomarás la delantera, amigo lector, y algo tendrás qué acotar a este sencillo referente.

viernes, enero 23, 2009

LEYES DEL QUERER


Las Leyes del Querer es un libro recientemente publicado y que viene a sumarse a la ya larga bibliografía del prolífico Carlos Monsiváis, septuagenario periodista, escritor, crítico, cinéfilo y mexicano --entre otras monerías. En este volumen editado por la firma Aguilar, Monsiváis concentra su atención en uno de los personajes emblemáticos, mitológicos de la filmografía mexicana y mundial, Pedro Infante, el entrañable Pedrito, Pepe "El Toro". Aún no lo he leído, sólo he recibido la publicidad mediante el correo electrónico. Es bueno revisar el spam, porque en ocasiones se encuentra uno con cosas llamativas y que vale la pena comentar. Por supuesto, el spam debe ser leído siempre con reserva y precaución, a ojo de pájaro y sin clicar en nada que pudiere provocar que se contraiga un virus o permita la entrada de otros bichos informáticos capaces de extraer la información del ordenador o cosas peores. Hay spam que uno pudo haber solicitado en algún momento como consecuencia de andar de metiche y curioso entre sitios, redes y demás recovecos de la Internet, pero luego uno ya no se acuerda de haber visitado tal o cual página y registrarse como usuario. Hay otro que ni siquiera es solicitado. Uno y otro son como los volantes y la folletería que viene en el correo regular, junto al estado de cuenta bancario o en el que se ofrecen servicios diversos de los comercios aledaños al domicilio. Aunque tan odiosa a veces como el "correo basura" (otra forma de nombrar al "correo directo", la estrategia mercadológica que supone el spam igualmente cumple con una función básica: hacernos partícipes de que en algún lugar y de algún modo, alguien tiene lo que uno busca, alguien busca lo que uno tiene, dicho sea parafraseando el eslogan publicitario de Mercado Libre. Si en este caso el spam (sólo una especie de correo publicitario que se distingue del tramposo dedicado al phishing y otras menudencias de dudosa calaña) me pone a la vista una obra edificante, los resultados de un estudio estadístico, mañana quizá me quiera ver la cara invitándome a participar de aparentes negocios millonarios, a formar cadenas de oración (como aquellas en las que uno depositaba una monedita y tenía que circular entre los vecinos, en cuyo caso contario atraía la maldición o por lo menos la indiferencia de tal o cual santo). Lo destacable es que ahora estoy ofreciendo este espacio no tanto para comentar un libro que aún no he leído, o para hacer el elogio respectivo de la lectura del correo directo, como para invitar aquellos que generan spam a que tomen en cuenta que aquí podríamos comentar sus anuncios, para bien o para mal. No por lo que contienen, sino por lo que conllevan. Quien sabe, tal vez mañana Editorial Aguilar me contacte y diga, "oiga, le mando tal libro para que lo lea y lo comente" (una suerte de pago en especie). O quizá ofrezca, "oiga, por una iguala mensual muy muy módica le mando libro y publicidad para sostener su espacio y promovernos y apoyarnos mutuamente". O puede ser que no ocurra nada. Tú, estimado lector que has tenido a bien seguir una o más de las entregas aquí expuestas, comprenderías que el Elogio de la Lectura también pasa por el Elogio de los Tiempos, y que la época actual requiere de la correcta y honesta interpretación (corrección y certeza no necesariamente van de la mano) de los acontecimientos y cosas que se ofrecen consuetudinariamente a nuestros sentidos.