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martes, noviembre 30, 2021

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Sobre el proceso de escribir



Hace unos días miré unos videos en los que se entrevistó al artista de fama mundial Miguel Bosé acerca de la publicación de su primer libro, uno de corte autobiográfico. Alguna de las entrevistas, concretamente la realizada por el colega periodista mexicano Javier Poza resultó infructuosa y el mismo se limitó a publicar una reseña del hecho en el que no dejó muy bien puesto al autor quien estalló furibundo al ser cuestionado sobre el proceso creativo para escribir esta obra.

Personalmente hice algunos comentarios debajo de esos videos. Quiero no obstante rescatar uno que toca a mi quehacer de forma directa.

En uno de esos comentarios explicaba a quien me había replicado mis argumentos que sí, en efecto, Miguel Bosé había respondido al vuelo un poco, en una de esas entrevistas. Aunque su descripción como respuesta a la pregunta de cómo abordó la relación entre el Bosé adulto y el Bosé niño (minuto 17:40) refiere a juegos de puntos de vista narrativos. El hecho de asociar la narración en tercera persona (voz en off) característica del narrador omnisciente como la vista cinematográfica de la cámara sobre el sujeto (lo que sucede desde el segundo capítulo del libro) no significa que haya sido un acierto o un error por sí mismo como transición descriptiva del punto de vista. Sí pudo ser ello motivo de la probable confusión de parte de Poza y que al plantearle el cuestionamiento con una fórmula más pragmática haya chocado al artista, quien no es escritor de oficio, que no esperaba una pregunta tan instrumental y administrativa que, por otra parte, no tuvo nada de particular aunque se antoja provocativa.

Una cosa es hablar sobre el proceso creativo en la selección de las voces, planos, secuencias, planeación, puntos de vista, desarrollo de conflicto, personajes, cruce de subtramas y otra muy diferente hablar de la manera como el escritor, en tanto obrero, puede llegar a organizarse en soledad o con un equipo para conformar el producto final.

Ciertamente, cuando intervienen más de dos manos en la elaboración de una obra artística como un libro y sobre todo en un libro, es de notarse en más que solo el cambio de punto de vista la participación multitudinaria, bipartita, tripartita o como sea en el proceso creativo por el solo hecho del cambio estilístico. Si el cambio entre voces, planos, puntos de vista está hecho por el mismo autor, el estilo no cambia por más que se esfuerce el escritor, hay una voz propia en las entrelíneas, en la consecución de las palabras y los enunciados que da una latencia específica. Si entra otra voz, esta más pronto que tarde se da a notar de la misma forma. Si yo le pido a alguien más que continúe escribiendo este comentario a partir de mi idea base, tú y cualquiera notará en qué momento entró esa otra voz por la manera de redactar, la ortografía, las pausas, los vocablos utilizados, el ritmo, la cadencia, los matices y tonos que, aun disfrazados en situaciones, diálogos, tratando de copiar a la realidad, acaban por ceder al estilo personalísimo de cada cual. Por eso las novelas escritas al alimón entre varios escritores terminan siendo un fiasco, no por malas o mal construidas, sino porque, aun siendo estupendamente planeadas, acaban como una mezcolanza de  formas de pensar, sentir y decir que no se disfruta al ciento por ciento. En esos casos es mejor dictar y que sea uno solo quien acopie, redacte, dé forma y sintetice lo que el resto aporta a la historia, al texto, unificando así el estilo: lo escribieron Chucho, Jacinto y José, aunque lo redactó Teresa (caso típico de muchas autobiografías).

Narrar y describir usando distintas voces no es sencillo y sí puede darse de forma involuntaria. Requiere mucho cuidado y mucha precisión para que la voz narradora no absorba el control de lo que se pretende contar pues de la voz depende el efecto buscado. Ejemplo: actualmente —y como quienes me siguen ya saben— me encuentro escribiendo por entregas mi mega saga Calima. En el cuarto episodio en particular se puede notar un cambio hecho a propósito entre dos voces narrativas. Al comienzo empleo la conjugación en presente, para plantear un presente histórico que instale al lector directamente en el lugar, entre los personajes y lo haga vivir la sensación. Después, usando el presente deslizo entre la narración y la descripción usando la explicación e introduciendo ideas en conjugación pasada para no ocasionar fallas de concordancia gramatical entre párrafos, tras lo cual me distancio como narrador y me vuelvo a una conjugación en tercera persona no solo omnisciente sino omnipresente, atendiendo a dos lugares y dos puntos de vista distintos que a su vez implican puntos de vista particulares según el personaje a destacar.

Si yo fuera Bosé cuestionado sobre el proceso creativo y  respondiera algo como lo anterior, tú, amigo lector quizá te vieras impelido a ahondar más en la obra no solo como factura, sino como ente vivo que tiene algo que aportar a tu existencia, tu pensar, tu sentir.

Esto es importante porque el proceso de escribir no se limita solo al rasgueo de la pluma en la libreta o al teclear sobre la máquina componedora, sea mecánica o electrónica. No se limita a planificar la idea y su desarrollo o a dejar que la inspiración guíe a tontas y a locas, mágicamente. No se limita siquiera a narrar y describir a lo bruto lo que viene a la cabeza. Es un todo complejo, una verdadera profesión artística que, por cierto, no ha sido debidamente valorada, a veces subvaluada, a veces sobrevalorada.


domingo, octubre 10, 2021

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Apostillas a Laberinto Bestial 1 - De cómo surgió y cómo leerlo



Tal como prometí en algún artículo previo, pongo ahora a tu consideración, amable lector, las siguientes apostillas al que fuera mi segundo libro publicado (si consideramos mi tesis de licenciatura, que también estoy rescatando en forma de blog y cuya liga hallas en la columna de la izquierda), Laberinto Bestial 1. Semillero de Indicios.
La siguiente carta que escribí al famoso, insigne periodista mexicano Jaboco Zabludovsky para acompañar el paquete conteniendo mis primeras obras para ponerlas a su consideración y en la esperanza de que, lector ávido que era, pudiera reseñarlas en su programa radiofónico; esta carta, digo, contiene las claves de ayuda para una mejor o por lo menos más clara, guiada lectura de aquel primer libro y juguete literario que es mi Laberinto Bestial.
La misiva tiene su historia propia. Luego de que alguna amistad, tras leer mi libro, me dijo que no entendió ni madres (esperaba una novela lineal en su estructura y nunca se percató de que es una especie de compendio de historias y la trama se encuentra encastrada, oculta en el conjunto) supuse que para efecto de una reseña periodística podría ser de utilidad trazar el derrotero para mover a los lectores a entrar y salir en el libro sin temor a perderse, aunque ello pueda suponer medrar el lector en la interpretación con menoscabo de la diversión que implica adentrarse en la aventura del descubrimiento, el misterio y desentrañar los indicios que permiten la comprensión de un asunto como un ejercicio intelectual de desarrollo personal.
Así, la líneas siguientes obedecieron a ese afán. Ignoro si Jacobo leyó la carta, si leyó mis libros, pues meses después falleció
Hoy abro este archivo, lo hago público y lo comparto con todos ustedes.

La carta y la ruta crítica


Naucalpan de Juárez, Estado de México, a 28 de enero de 2015

Distinguido y siempre admirado Jacobo [Zabludovsky]:

Primero que nada ofrezco una disculpa por la familiaridad al referirme a usted, don Jacobo, quizá lo que diré en las siguientes líneas me excuse lo suficiente y comprenda así el motivo de esta carta como el del presen-te que la acompaña.

Le conozco a usted desde que yo era niño. Alguna vez se lo conté en una carta semejante con que acompañé mi tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación, por lo que no entraré en muchos detalles. Ignoro si aún conserva esa tesis intitulada Estética y Comunicación. En busca de una actitud estética que es un orgullo para mí porque resultó favorecida con una mención honorífica en el VI Concurso de Tesis organizado por CONEICC en 1991, o incluso si guarda aquella misiva, no obstante albergo la ilusión de que así sea.

Al toro, como usted dice. Acompaña a esta misiva un par de libros de mi autoría. No son mis primeras obras, si consideramos que luego de aquella tesis (pensada para publicarse y en esa tarea ahora me encuentro) prácticamente toda mi vida profesional me he dedicado a escribir lo mismo guiones para radio y televisión que artículos de opinión como columnista que fui de El Universal entre 1989 y 1998 aproximadamente, escribiendo bajo el seudónimo J. Antonio Castillo de la Vega la columna “Paréntesis”. Sin embargo sí pueden considerarse mis óperas primas salidas del alma, no porque en lo otro no ponga el corazón, sino por la entrega profunda.

La historia de Laberinto Bestial 1. Semillero de Indicios es larga y la resumo. Originalmente lo escribí hace 26 años, siendo universitario todavía, como una antología de cuentos que llevaran entre sí más o menos relación y que pudieran ser leídos de forma, como llamaba yo entonces “interactiva”. Lejos estaba de imaginar que un decenio después la interactividad sería un hecho cotidiano por virtud de los nuevos medios electrónicos. En alguna ocasión lo llevé a un par de editoriales sin que causara interés. Buscaban novelas o ensayos. Algún editor me recomendó dejar reposar en el cajón la obra. Así hice. Mientras tanto, yo seguí escribiendo lo que demandaba mi profesión, el oficio, con el gusto de siempre y continué dando rienda suelta a la pluma en la poesía y explorando además otros géneros, dejando todo acumularse en las libretas y los cajones.

En 2009 falleció mi adorada madre, María Teresa Torres Pallares quien lo conoció. Quizá usted a ella ni la recuerde. Ella me contaba cuánto lo admiraba desde que lo conociera como compañero de banca en unos cursos de Filosofía que impartían en la Universidad Obrera (que por alguna razón muy respetable usted ha negado haber pasado por las aulas de la universidad creada por Lombardo Toledano), donde ella además de ese tema estudió taquimecanografía y literatura, esto allá por finales de los años cuarenta. “¡Cómo me gustaba ese güerito!” decía mi madre. Y desde entonces en casa siempre se refería a usted como “Mi Jacobo”. Dos amores platónicos tuvo ella: usted y su amigo el cantante Raphael. Años después se daría el reencuentro cuando ella gestionó una visita a su estudio de televisión, al programa que transmitía los sábados por la mañana en Televicentro, entonces recién llamado Televisa, para que asistiéramos los compañeros de sexto de primaria que formábamos parte del staff de circuito cerrado de televisión de mi escuela, los Colegios La Salle del Estado de México. Años antes, teniendo yo 7 de edad, tuve oportunidad de conocerle en persona, a la distancia, en el Auditorio Nacional, durante un espectáculo, creo que del Hollyday on Ice, si no me falla la memoria. Entonces quedé prendado de su hija y escribí mi primer poema. Lo quiero mucho, aunque es una bazofia literariamente hablando. Tengo a bien o a mal no deshacerme de ninguna de mis “criaturas” en las letras y aunque soy dado a corregir, no meto demasiado la mano por preferir que la frescura sea la determinante del decurso de una obra.

Perdone la digresión. Tras el fallecimiento de mi madre, una amistad me instó a que me dedicara más de lleno a escribir. Tanta era mi depresión... Viví con mi madre toda mi vida, desde el primer minuto de mi existencia hasta el último de la de ella, 46 años. Nunca sostuve relación con nadie en particular. En fin, movido por la solicitud de esta amistad puse manos a la obra y decidí que era momento de desempolvar mis múltiples proyectos y qué mejor que empezar con un libro ya “terminado”. Le di la vuelta para transformarlo de un libro de cuentos en una obra híbrida, una novela-antología que justificara la idea de la “interactividad”, pero ahora aprovechando las bondades de la tecnología. Desafortunadamente, más pronto que tarde me percaté que lo-grar esa interactividad me implicaría pago de derechos a compositores y mucho más trabajo de programación para el cual no estaba yo preparado ni contaba con los recursos o conocimientos. Así que opté por simplemente incluir dentro de la obra los “indicios” que permitan al lector establecer o descubrir los nexos. La interactividad queda a expensas de la voluntad del lector que puede leer la obra ya desde el comienzo, el final o por donde se le dé la gana. Pues la trama central de la novela es encastrada, es decir que está recortada y distribuida a manera de una rara cremallera o rompecabezas que el lector ha de integrar del modo como su leal saber y entender le permita, pues solo doy claves. El lector puede perderse en el laberinto, sobrevolarlo, adentrarse o hallar la salida. Encontrará capítulos-cuentos que no llevan relación y no llegan a ningún lado, que son “puertas y salidas falsas”, y otros serán como túneles o puentes de interconexión. Abandonar la lectura es tan-to como declararse perdido y a la espera de que llegue otro al rescate. Ese otro será el volumen dos que actualmente estoy en proceso de escribir: Laberinto Bestial 2. La marca del laberinto al alimón con una joven modelo y actriz Dann Cole, segundo de tres tomos de esta “saga”.

La historia central gira alrededor de la desaparición de un escritor que ha dejado materiales truncos de su próximo libro a su editor, quien por razones mercadológicas y desesperado se ve en la necesidad de armar el primer volumen (ahora en sus manos). El escritor pretende armar una historia de historias, en la que cuenta un tórrido romance entre un hombre de mediana edad, entre 45 y 55 años, y una joven veinteañera, inspirado en el mito de Teseo y Ariadna. Es pues, una novela en capas que se yuxtaponen y hacen “necesaria” la intervención de múltiples y narradores, aun cuando hay uno que es el principal, no es el escritor y queda en el misterio.

Laberinto Bestial 1 entonces es una obra que invita a la divergencia. Laberinto Bestial 2 y 3 serán en definitiva lineales y de lectura secuencial y resuelven los vacíos del primero.

Si usted quiere leer el libro que finalmente auto publiqué en 2011 como antología de cuentos, no pasa nada, solo que hallará que algunos aparentemente están mal escritos, o sin final o son vagos o crípticos, los nombres de los personajes y las situaciones pueden ser enmascaramientos que ocultan pistas. Si lo quiere leer como novela, en las siguientes líneas le recomendaré un derrotero. Sea lo primero o lo segundo es un libro para ver-se como juguete literario y usted, como lector, llena los huecos.

El derrotero que le recomiendo a usted para facilitar la lectura, con base en el contenido:

Trama de Homero Núñez “Cuentero”

  1. Advertencia
  2. Espejo recurrente
  3. ¡Oh vosotros que entráis!...
  4. Laberinto de Indicios
  5. Carta al editor 1/6
  6. Carta (al editor) 2/6
  7. El terodáctilo psicodélico
  8. La caza del pentacornio
  9. La mujer serpiente
  10. Realidad y Ficción
  11. Claro de luna
  12. Siempre
  13. De cuando en cuando
  14. Convergencias
  15. Espejismo
  16. Quahutihuacan
  17. Claves, como sueños rotos
  18. Dos soledades equis (instantáneas)
  19. La propuesta del Fénix
  20. Fijad el final
  21. Historia de chat 7/44

Subtrama de Orestes Crisomallón

  1. Advertencia
  2. Carta del editor 1/15
  3. Carta del editor 3/15
  4. Carta del editor 6/15
  5. Historia de chat 7/44
  6. Retazos de título pendiente

Subtrama de Konstantinos y Mármara

  1. Retazos de título pendiente
  2. Virajes y puertas
  3. Sin sangre ni arena
  4. Historia chat 9/12
  5. Alcyon

Subtrama Teseo-Konstantinos

  1. El árbitro de su fortuna
  2. Aspiro a ser tú
  3. Fatales primeros pasos
  4. A golpe de fuego y clava
  5. Un nuevo capítulo

Subtrama Alcides

  1. Trazos de gubia
  2. Porque el “hubiera” sí existe

El segundo libro que acompaña a esta carta es mi primer poemario Por causa de un Amar Tal. De él no diré mucho, solo que lo escribí en escasos meses. Incluye en su mayoría poemas escritos en la misma época que modifiqué la anterior obra y que conocí a cierta dama que me arrebató los sentidos, solo los sentidos. Varios de esos poemas, por coincidencia conectan con mi Laberinto Bestial, por lo que de algún modo, guardando relación, es una especie de pista o indicio no hecho al propósito, pero ayuda. Se trata de poemas romántico-eróticos creo que de buen gusto.

Opté por auto publicar ambos títulos, que actualmente solo se pueden encontrar en Amazon, Noble&Barnes, Lulu.com (si bien mi fallo está justo en la difusión y las ventas) porque, hoy, entrar por medio de una editorial y sin respaldo de alguna clase es muy desgastante. No hay agentes literarios que valgan la pena, además de ser muy pocos y con preferencia por las plumas “consagradas”; o son extranjeros.

Mi afán, como es de suponerse, es de esperanza: espero, sueño con que algún día mis modestas aunque pretenciosas letras puedan dejar indicios, huellas, señas en la literatura de mi país, en el gusto de los lectores y por supuesto de nuestra amada lengua española. Comienzo mi “carrera literaria” tardíamente, pero es mi intención que se consolide, paso a paso, aunque eso implica, ya lo sé, muchos sacrificios pues el camino de las letras, ya se sabe, es tanto objeto de vilipendios como de loas, de hambre como de satisfacción. Espero que la lectura de mis obras le resulte grata y las considere dignas de recomendar a otros lectores y, por qué no, a editores de su conocimiento.

No le quito más tiempo, ya me amplié bastante. Quede que le extienda un afectuoso abrazo y le exprese mi más sincero reconocimiento por todos sus logros.

Desde la página de mi sitio puede usted saber más de mí así como otras muchas cosas que escribo en mis variados blogs.

Quedo de usted, su amigo y admirador.

sábado, septiembre 25, 2021

El proceso de escribir Calima 1

Beggar Mayo, el autor de Calima.


Las siguientes líneas las escribí originalmente como una carta a los lectores y con la idea de incluir ayudas para la lectura del proyecto de mega saga que tengo en mis manos. Este párrafo lo escribo días después, 10 de octubre, con la intención de actualizar el proceso creativo que me ha llevado la hechura de este proyectote que, como era de esperarse, ha tenido algunas pausas en el camino antes de su publicación ya en forma; y es que sobre la marcha han ido surgiendo "iluminaciones" de la conciencia que me han motivado a revisar e incluso modificar la estructura. Por eso decidí, uno, compartir el texto original en los renglones de abajo y cambiar el título de esta serie de publicaciones con las que iré describiendo el proceso de escribir Calima. Un proceso que, estoy seguro, servirá no solo a los lectores sino a escritores y colegas comunicólogos. El texto, además, ya va firmado como será de ahora en adelante mi seudónimo para este proyecto y otros aparejados.

Quizás sea arriesgado decirlo en el momento en que escribo estas líneas y también es el momento de iniciar la publicación en serie de este proyecto literario; es arriesgado, digo, comentando o sugiriendo una instrucción para leer mejor esta mega saga. Sin embargo, vale la pena tomar por el momento el antecedente que le dio vida.

Empecemos por decir que el calificativo de "mega saga" no es gratuito. La obra que sirve de base a la que hoy contemplan y siguen tus ojos, amable lector cuya deferencia agradezco, es el titulado Laberinto bestial 1. Semillero de indicios. En él y como autor, compuse en forma de juguete literario los principios, pistas, raíces de lo que ahora tienes ante ti, escrito también bajo la firma seudónima definitiva con que suscribo estas mismas líneas.

Ese libro publicado de forma autónoma en 2011 concentra los gérmenes de las tramas y subtramas que aquí verás desatadas y en constante progreso hasta completar una mega saga multiverso formada por cuarenta y ocho mundos básicos descritos a lo largo de cuarenta y ocho libros de los que ya ese Laberinto Bestial (LB) conforma un universo de cinco paralelos como conjuntos de historias que se cruzan de la trama incrustada incluida en LB, como la llamaré de ahora en adelante aquí y con fines prácticos de organización.

Toda la mega saga tiene una base literaria de ciencia ficción y fantasía, pero no todas las historias se contarán en ese contexto, género o estilo. Algunos tendrán un carácter costumbrista, otros obedecerán a estilísticas de géneros aparentemente diferentes y ajenos al conjunto como el del thriller, épico, etc. Digamos que la propuesta ecléctica será solo superficial por lo que no debe causar confusión en el lector.

Con el fin de un seguimiento adecuado y sencillo del conjunto de libros, proporcionaré a los lectores dos herramientas: una es el esquema que permite leer los fragmentos de la trama incrustados en LB y las subtramas que la "enmascaran". en "orden" secuencial, mismo que incluyo en un documento anexo que rescata una carta enviada por mí al hoy fallecido, ínclito periodista mexicano Jacobo Zabludovsky y en que narro adicionalmente otros aspectos que considero interesantes para conocer los motivos de esa obra primigenia de este proyecto. El segundo es un modelo gráfico que ilustra y sintetiza a modo de mapa mental el "camino crítico" a medida que se irán enlazando los mundos (libros) que orbitan (componen) los cinco universos paralelos, a saber:

  • Laberinto bestial (LB)
  • Bajo el cielo de Mayo (BM)
  • Raigambre (HF)
  • Historias sueltas (HS)
  • Calima (CA).

El tercero de estos universos utiliza las siglas "HF" por una razón concreta: las historias están basadas o en aspectos autobiográficos o de la biografía de mi familia y que he considerado son pertinentes para construir ese personalísimo universo susceptible de ser compartido con terceros más allá de los parientes, para los que en todo caso he destinado un espacio distinto donde asiento mi genealogía y otros apuntes relacionados.

De manera semejante BM podrá incluir, según sea necesario, vínculos a publicaciones hechas como complementos dentro del blog dedicado mucho tiempo atrás y antes de existir este proyecto, y esto además porque mediante ese blog podrás abrirte camino a otras vetas literarias que no necesariamente guardan relación directa con Calima.

El universo HS, como su nombre lo indica recoge diversas historias, cuentos que, siguiendo la dinámica original de LB pueden o no ser germen de los libros que componen al proyecto y pueden aparecer como "asteroides", "cometas" que derivan erráticos entre el conjunto, ser ellos mismos un mundo en sí o solo un fragmento, lo que no resta su valor.

Por su parte, si bien Calima es un universo envolvente de los anteriores, mantiene una cierta individualidad en el modelo total para justificar los cruces entre historias. El modelo, pues, presenta los mundos como en un sistema estelar cuya dinámica propicia los encuentros y desencuentros temáticos y tramáticos.

A partir de estas bases he definido: a) etiquetas, b) títulos y subtítulos de publicaciones en este blog donde, a modo de novela en serie (blovela) estoy lanzando, difundiendo el avance de la historia o relatos que componen Calima, la mega saga; c) el emblema del logotipo del proyecto (que mezcla los significados de la tétrade macluhanianana y la triqueta mística), mismo que se mantiene presente de forma directa o indirecta en la mega saga como identificador del "Consorcio Dédalus". Estos serán los principales ganchos para entender cómo leer Calima, aun cuando no serán los únicos como podrás ir viendo a lo largo del tiempo.

El proyecto ha ido variando en estructura y funciones conforme lo he ido planificando, pensando, barruntando sus partes, capítulos, notas. No obstante, ha llegado al punto de que puede ser expuesto a la luz y el entendimiento de los lectores. ¡Grita por no seguir guardado en el cajón!

La diferencia fundamental entre Calima (CA) y LB01 es que este último fue originalmente pensado y planeado (hace unos treinta años) como un libro antológico de "relatos" con la peculiaridad de que, por tanto, la trama encajada podría ser "perseguida", descubierta, dilucidada mediante una lectura aleatoria y sin orden específico, dando así libertad interpretativa y una dinámica personal al lector interesado en desentrañar la trama incrustada como explico en un documento anexo, por lo que LB se incluye en el conjunto con un orden planificado.

Calima, por su parte y como extensión, se estructura de manera lineal, lo que "facilita" su lectura, continuidad temática y tramática, de manera que cada publicación mostrada en secuencia hará la totalidad de cada libro por separado así como toda la mega saga en su conjunto. Para facilitar esta parte de la lectura, conforme vaya avanzando en la redacción y publicación, incluiré entre los documentos clave un índice por cada libro para confundir con la ruta crítica de la aventura en general o las claves de publicación.

Dos herramientas adicionales que compartiré con los lectores en su momento son: un documento calendárico que ayudará a comprender los tiempos de Calima, sus mundos y eventos narrados. Asimismo, en su caso, publicaré los mapas, esquemas o fichas técnicas sobre lugares, objetos y personajes que considere pertinentes para una mejor comprensión o ayuda imaginativa, en la esperanza de que el proyecto genere tal expectativa propia de "fans".

Todo lo anterior se podrá encontrar en este blog dentro del menú de opciones o los widgets al propósito en la columna respectiva y los que se irán actualizando con la información pertinente a medida que el proyecto vaya evolucionando. Por ello intentaré, en la medida de lo posible, publicar a un ritmo mínimo de entrega semanal, ajustando las entregas a la longitud y forma que, según los estudios y estándares al respecto, aporten atención e interés, ni más ni menos. Los lectores siempre pueden aportar sus comentarios aquí, así como en el espacio dedicado a la difusión en Facebook.

Gracias por tu deferencia, disfruta tu estancia, tu lectura. Muchas gracias.


ATENTAMENTE

Beggar Mayo Slaegon

domingo, septiembre 12, 2021

Calima



Con la siguiente publicación hago, introduzco un cambio radical no nada más en este blog como piedra miliar del conjunto de mi obra literaria, sino uno que apunta a una decisión determinante.

Este blog, que fue pensado originalmente como una "página de autor", marquesina desde la cual mostrar mi trabajo, hoy consigue al fin semejante categoría por virtud de que he dado los pasos necesarios para organizar el conjunto de mi trabajo previo, publicado o no, el que voy desarrollando y el venidero.

Suena sencillo, mas la verdad no ha sido fácil cuando mira uno al conjunto de cajas, carpetas, libretas, papeles sueltos, archivos en la computadora, borradores en los varios blogs de mi factura. Y no estoy diciendo que la labor ya esté acabada, todo lo contrario apenas empieza de manera sistemática.

Por ahí alguna amistad me dijo, como queriendo llamar mi atención: "pues si eso no te va a dar dinero (siempre el maldito dinero), mejor déjalo como un hobby que haces de vez en cuando y mejor concéntrate en lo necesario para sobrevivir". No dije, pero pensé, una reverenda mentada para esa amistad, aun cuando comprendo que lo dijo con toda franqueza, cariño y preocupación legítima.

¿Por qué reaccioné íntimamente así? Pues muchos años, ¡muchos!, he dejado de lado la construcción de mi sueño y vocación como escritor como para todavía, a mis cincuenta y ocho años me atreva a seguir postergando lo que quizás mañana, por causas derivadas de la edad, la que se acerca a la senectud y está próxima a la vejez, posiblemente no pudiera realizar cabalmente. Ninguno sabemos lo que el destino nos depara, por más que seamos los constructores del mismo. Precisamente por ello, porque somos constructores en parte de nuestro destino es que hoy decido meter el acelerador a este derrotero, en prevención de que mañana mis facultades mentales, físicas, económicas (ya depauperadas) o de otra índole me terminen convirtiendo en un frustrado paria y además fracasado a los ojos, no de los demás, sino de mis ancestros y más, los míos. Porque al verme al espejo ya no me reconozco en ocasiones y me miro como quien ve a un extraño.

Por eso, a raíz de este prurito muy personal, he puesto manos a la obra y la cuña para ello tenía que ser del mismo palo. Esa cuña ha sido un súper proyecto descomunal que me obliga a forjarme la disciplina que distraje en cosas más venales sin ser necesariamente banales. Me refiero a la mega saga Calima y para la cual he creado un espacio específico cuyo vínculo encuentras fijo ya en la columna de la izquierda de este espacio.

Calima, una mega saga

La saga —cuyo modelo estructural ilustra esta publicación de ahora— retoma la idea de un joven diseñador mexicano quien me pidió disfrazarlo bajo el seudónimo "Rorick Lion", para la redacción de una novela seriada de fantasía intitulada originalmente La  rebelión de la princesa Amira, para la que me contrató como escritor fantasma y luego me liberó de un compromiso de confidiencialidad para hacerla propia. Pero, he dejado esta historia para formar uno más de los proyectos constitutivos de la mega saga y multiverso CALIMA.

La historia original, tras varias revisiones y ediciones de mi parte en la estructura abordaba dos temáticas centrales: la transición de un régimen de gobierno injusto aunque democrático  a uno más justo aunque dictatorial y los conflictos derivados del choque de visiones. El segundo tema es de orden metafísico y pasa por la comprensión del ser y la existencia en mundos, dimensiones y tiempos paralelos y los conflictos de conciencia que esta comprensión genera y cómo incide en el desarrollo del primer tema.

Esta exploración metafísica se adentraba en las posibilidades de ideas como la reencarnación, la transubstanciación, la transmigración de las almas, el fenómeno de la metempsicosis como formas de viajes en el tiempo, entre mundos y dimensiones espacio-temporales.

Luego de nuevas revisiones sobre el "proyecto fantasma" y mis proyectos en cajón decidí incorporar la idea de aquel tanto como la saga de Laberinto Bestial al conjunto de proyectos que podían sumarse como derivados y llevaban años durmiendo el sueño de los justos en mi cajón, para así construir una mega saga conformada por un multiverso denominado Calima formado por cuatro universos paralelos (Bajo el Cielo de Mayo, Laberinto Bestial, Calima y mi Historia familiar, dando con este un toque biográfico, y un quinto conformado con aparentes historias sueltas). Comienzo al fin a escribir la mega saga el 8 de septiembre de 2021. 

En un principio esta saga la hice la línea conductora desde la cual saldrían todas las demás ramas ya previamente anunciadas en una saga previa, aún inconclusa, tomada como caja de herramientas y que es mi Laberinto Bestial, escrito como J. Antonio de la Vega Torres, ya publicado por mi cuenta y riesgo y que puede conseguirse en las plataformas Lulu, Bubok y Amazon. Ambas sagas deberán confluir mediante las distintas historias que han de conformar el multiverso de Calima. Así, algunos de mis proyectos en cajón se convertirán en libros —como estaba previsto, primero de manera aislada e individual— de la o las series, dando una continuidad o una discontinuidad (según el caso) más o menos en la idea propuesta de Laberinto Bestial en tanto "juguete literario" y "rompecabezas", pero siempre con alguna mínima conexión con el multiverso planteado. Es decir, mientras que Laberinto Bestial lo planifiqué como un semillero, una caja de herramientas, un costurero donde cada historia (cuento-capítulo) conforma alguno de los rincones, puertas, pasillos del dédalo, y algunos pueden tener una trama que los alinea, aquel volumen puede ser leído "a salto de mata", por brincos, de manera que el lector es quien define por dónde entrar, salir o entramparse en la búsqueda de encontrar y seguir el hilo de Ariadna capaz de guiarle entre la entrada, el centro y la salida del laberinto. No obstante, hay un esquema rector. Para quienes quieran conocerlo y a partir de él entrarle "en orden" al libro, pues dentro de muy poco tiempo revelaré en unas apostillas dicho "secreto".

Calima, por su parte y como universo envolvente del cual el libro antedicho es constitutivo, tiene en cambio una estructura y un desarrollo más lineal, libro por libro, cada uno en sí mismo (con excepción de Laberinto Bestial en tanto simiente). Lo cual no significa un acartonamiento creativo, pues al final la saga, por implicar secuelas y (odio el término inventado y usado con calzador) precuelas sigue la idea primigenia de Laberinto Bestial de modo que cada libro supondrá una unidad literaria y temática y además un nudo más en el desenvolvimiento general. Mis "hijos" como mis ancestros ya serán honrados por mi pluma.

El conjunto de libros derivados va de la mano del conjunto de mundos que abarca la mega saga y donde ocurren y se entrecruzan las historias con sus tramas individuales, aun cuando pueden ser vistas como subtramas de la mega saga; o viceversa, si se prefiere, metafóricamente como el delta de un río, la trama de la saga es nutrida por ramales tributarios que al final se separan en hilos secuenciales que derivan al mar de circunstancias.

La saga la comenzaré a publicar simultáneamente que la escribo en un blog específico como novela por entregas y conforme termine cada libro elaboraré la versión electrónica para distribuirlo comercialmente.

Quepa añadir, para terminar, esto: en principio lo que correspondería al volumen dos de la saga Laberinto Bestial y que escribí parcialmente al alimón con la modelo y actriz mexicana Dann Cole, ahora quedará (sin perder el sentido original) subsumida en el conjunto y el libro resultante por supuesto que llevará el respectivo crédito tal y como me comprometí con ella y será su imagen la que sirva de base para uno de los personajes principales. Espero que Dann este leyendo estas líneas y vea que, como es mi lema, soy lento, pero seguro.

No digo más, te invito, amigo y amable lector, a darle seguimiento a esa historia de historias. El vínculo ya lo tienes en al mano.

IDEAS HUÉRFANAS


ESTA TARDE, aunque el comienzo de este ensayo conduzca de modo mental a la idea detrás del bolero del extinto y añorado Armando Manzanero, nada tiene que ver fuera de la efímera descripción nostálgica de lo que sucedió y pudo ser o resultó de una forma distinta por causa de la lluvia. Así que no, esta tarde no vi llover ni vi gente correr y en cambio sí estabas tú, ese otro yo que soy en tanto escritor. Y es a ti a quien dirigiré estas líneas, porque sé que en calidad de lector habrás de empatarte con aquellos más que pudieren darte vida mediante sus propios ojos.

Esta tarde, pues, vi que un ave enamorada, vestida de idea peregrina voló frente a mí, elevándose hacia la inconsciencia cuando de pronto me miró desde lo alto y optó por clavarse hacia mí en picada, del modo que lo hace la pluma cuando avizora el espacio en blanco de la hoja de papel donde irremisiblemente habrá de estrellarse una y otra vez, manchando con su sangre las líneas que hacen huella de su audacia. ¿Irremisiblemente? No, siempre cabe lugar para el arrepentimiento, para el cambio de curso cuando de tramar una idea se trata. Pero, una idea es una idea y mientras no se plasme de algún modo evidente, palpable, incuestionable para los sentidos humanos, solo es eso, una idea y ni las leyes pueden protegerla mientras no tenga carácter de obra, así sea incipiente o acababa.

Mas, aun de tal manera, siempre deja un hueco por donde las ansias depredadoras, las mezquinas rémoras de la oportunidad consiguen asomarse, colarse, para dar un mordisco a la idea, sin herirla, y, como virus, preñarla con la propia carga de herencia ajena. Si uno no tiene cuidado, o a pesar de los cuidados, tarde o temprano ese bocado acaba extraído, mutado y dando pie a una cepa distinta y sin embargo parecida al origen que la hizo posible.

Esta tarde, decía, eso fue lo que vi. Caí en cuenta, una vez más, que las ideas no le pertenecen a nadie, que están ahí, flotando en el éter como decía Platón, esperando que llegue el hombre ansioso de trozo para, desde ahí, germinar una obra o mil o tantas como hambrientos creadores se prendan de su membrana nutritiva.

Esta tarde vi, disfruté sorprendido, la realización de un relato del escritor argentino Rodolfo Walsh como parte de una serie intitulada Variaciones Walsh; fue concretamente el episodio nueve "Nota al pie". La serie de corte policiaco fue producida para la televisión pública argentina en 2015. Apenas vi el episodio no pude sino pensar mal, sentirme plagiado pues el relato parecía basarse cerca del ciento por ciento en la trama central de mi saga aun inconclusa Laberinto Bestial y cuyo primer volumen, "Semillero de Indicios", escribiera y autopublicara en 2011 estructurado a manera de un compendio de relatos aparentemente inconexos justo incluye fragmentos que se relacionan con el contenido del episodio en cuestión: un escritor ha desaparecido y en cambio a las manos del editor han llegado una serie de papeles sin sentido, que más semejan un diario íntimo que la obra planeada para publicar próximamente. Por supuesto, hay variantes en las edades de los personajes, en la época, en las interrelaciones y no se diga en el motivo del protagonista y el desenlace del mismo, además de otros detalles.

Antes de lanzarme a alegar a nadie en defensa de mi derecho de autor, me puse a investigar y para mi azoro corroboré que los relatos que conforman la serie los habría escrito muchos años antes Rodolfo Walsh. Entonces yo me sentí el plagiario; pero, también recordé que las ideas, en tanto ideas, no tienen dueño y que muchas veces basta un cambio mínimo en una obra para que sea algo distinto, particular, ajeno a lo que uno pudo haber pensado sobre la base de una misma idea.

Las ideas son solo indicios, iluminaciones con capacidad de hacernos ver las cosas de una manera digamos general a partir de las cuales cada uno de nosotros podemos elaborar, construir lo que, en nuestra interpretación, tiene para darnos y conducirnos esa idea. De ahí que lo que las leyes protegen sean las obras terminadas y hasta cierto punto y medida.

Una simple búsqueda con las tecnologías modernas o hasta en una biblioteca, a la vieja usanza amanuense, puede darnos una lista de obras escritas bajo un mismo título, pero cuyo contenido implica puntos de vista diferentes, temáticas distintas, géneros variopintos, y pueden estar dirigidas naturalmente a públicos propios y separados. Cada obra, pues, es independiente del autor fuera de algunos rasgos menores, por ejemplo estilísticos, que permiten identificar la autoría, si bien es cierto también que, como ocurre con obras pictóricas, dichos rasgos pueden ser falsificables en la tarea de crear réplicas casi exactas, clisés, reproducciones.

Escribo estas líneas en medio de una de las pandemias más serias que ha vivido la humanidad en los recientes dos siglos XX y XXI y hoy comprendo que las ideas son como esos virus que no sabemos de donde provienen, cómo surgieron, pero que cada vez que nos infectan adquieren la potencia para replicarse y transformarse en variantes más contagiosas, mortales, determinantes de la vida y duración de una obra específica.

Estas Variaciones Walsh me llevaron, sin que yo pudiera sospechar, al hallazgo de mi personal soberbia compartida con muchos otros autores que, engreídos de la propia capacidad creadora olvidamos que no somos los engendradores de ideas, sino que solo abrevamos del universo y, si tenemos suerte, alguna se enquista en nuestro afán para habitarnos y dictarnos las reglas con que espera que la difundamos. Cada obra hecha, entonces, es un vector de dispersión de ideas y cada que nos acercamos a las obras humanas corremos el bendito riesgo de quedar en riesgo de volvernos huéspedes de esas ideas huérfanas en busca de un hogar donde engendrarse para ser, así sea como copias.

sábado, julio 03, 2021

Me descosí

 


ATENDÍ este video del periodista Guillermo Ochoa y me descosí con el siguiente apunte.

Hacia el minuto siete, segundos menos, narra que no había leído Cien años de soledad y califica sus motivos y reacción como «estupideces de juventud». Me permito contradecirlo.


Como muchos, yo no leí esa novela sino tardíamente, hasta pasados los cuarenta años. Como tampoco he leído El Quijote de la Mancha aun ahora, a mis cincuenta y ocho y en cambio he entrado a lecturas que otros considerarían aun más abstrusas y complejas.

Sí, confieso que alguna vez llegué a sentir vergüenza de mi "indolencia", sobre todo cuando en alguna tertulia alguien sacaba los libros a relucir, ya para desmenuzarlos o tenerlos como referencias. Pero, un día allá por mis treintas me dije en respuesta al cuestionamiento reflexivo sobre el hecho que, tal como indica "El Eclesiastés", hay un tiempo y un lugar para cada cosa y cada cosa está en su tiempo y su lugar.

Así, leí buena parte del resto de la obra de Gabo mucho antes, la bebí y cuando en el estante ya solo quedaba la novela "central", la tomé y la leí con fruición y gran lentitud, tardando un año en acabarla porque descubrí que esa había sido una de mis mejores decisiones en cuanto a literatura se refiere como lector.

Pude ver con entera claridad no el mundo mágico solamente, ese "realismo mágico" en que fue encasillado como obra el libro y luego el autor, sino pude constatar que estaba ante mis ojos un sesudo y fríamente calculado plan de obra para el resto de la vida. En cada pasaje, en cada capítulo, los libros y cuentos antes leídos encontraban sus pistas y antecedentes, barruntos que luego habrían cobrado plena forma en los libros posteriores. Así, leer la novela antes que nada la convierte en un libro de "iniciados" imbéciles que acaban por creer en la mitología creada por los editores y críticos desde un comienzo, desvirtuándola como una "metáfora maestra".

Sí, es una obra maestra, pero no tanto por la literatura o la técnica, como por la previsión planificadora que subyace en sus líneas y capítulos. Eso no puede verse si no se lee al final, luego de pasar por los otros libros y ello ocasiona que esos mismos se gocen aún más y la realidad del "realismo mágico" entonces cae por su propio peso, como velo puesto sobre un busto por una viuda distraída. La biografía de una familia queda al descubierto y los admirables afeites metafóricos quedan en eso y nada más y nada menos.

Sé que muchos dirán que se descubre casi lo mismo si se leen "en orden" las producciones literarias de Gabo. Discrepo. Sí, puede que se consiga una identificación de motivos, temas, personajes; pero, no caen con peso abrumador en cada sitio correspondiente en el plan general que es Cien años de soledad. Por eso ahora, cuando alguien me pregunta sobre la conveniencia de entrarle al libro sugiero tajante que no, no si es el primer acercamiento a Gabo y su obra, que se deja al final o al menos luego de  pasar por un tercio de su obra o más.

Cuando cerré el libro lo dejé lleno de apuntes y referencias más o menos precisas que de otro modo no habría podido hacer a menos que fuera desde una segunda lectura. No me perdí en el marasmo de relaciones genealógicas como pasa a la mayoría de los lectores, sobre todo si son adolescentes. Vi todo con prístina sensatez, sin dudas o sorpresas fuera de las propias de los giros literarios.

Al cerrar el libro concluí que ese había sido su tiempo, mi tiempo, nuestro tiempo de complicidad. Y ahora miro "El Quijote", me guiña, y todavía no me atrevo a entrar en sus líneas y recovecos, a abundar y aventurarme más allá de las referencias y variantes y extractos. Como escritor la humildad me gana ante su estatura y poderío, no porque pretenda estar a la altura de un Cervantes, sino que me parece que todavía me queda mucho por aprender y que deglutir sus píldoras de sabiduría podría implicarme efectos secundarios nocivos, por estar tan imbuido de los lugares comunes y sus perspicaces aforismos.

Aunque, creo que el día está próximo. Creo que con una y otra, igual que me pasó con Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo que no leí sino hasta mis treintas, como preparando el terreno para el peculiar surrealismo de García Márquez; creo, decía, solo hube de esperar la madurez emocional, intelectual o qué se yo para conectar y valorar mucho más que al libro solo. Definitivamente creo que la literatura considerada para una determinada edad se aprecia mejor en edades distintas.

Cuando cerré el libro tomé la decisión de sacar del cajón mi primer libro de cuentos escrito veinte años atrás intitulado ahora Laberinto Bestial 1. Semillero de Indicios (arranque de una saga que se encuentra junto con mi primer poemario Por Causa de un Amar Tal en Amazon y Lulu, perdón por el comercial, jaja), y replantearlo como lo que ahora es, un poco emulando a Gabo o a Cortázar, y autopublicarlo. Si en su tiempo no fue del interés de los editores el planteamiento de un libro (el mío) que pretendía la hipertextualidad cuando no existía como ahora la conocemos, hoy que ya es una realidad, pues me atreví a romper el esquema. No sé si con fortuna o infortunio. Solo sé que las secuelas y derivaciones están haciendo fila para ver también la luz. Quizás deba sacar adelante esas, para que mi "Laberinto" y sus brotes, como Cien años de soledad y sus hijuelos, encuentre su lector maduro y dispuesto a encajar en su debido tiempo y sitio las piezas del rompecabezas.

P.D.: Este ejercicio memorístico me ha traído también el recuerdo de cuando mi padre, quien fuera amigo de Álvaro Mutis, gran amigo de Gabriel García Márquez, se encontrara con este fortuitamente en la librería Gandhi de Coyoacán, hoy cerrada para pena de muchos, y le expusiera su gran admiración. Hay tantas cosas en la vida que trazan líneas que se entrelazan hasta lo que soy, amo o he querido ser y abrazar...