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jueves, febrero 12, 2009

LOS LIBROS DE FRANCISCO MARTÍN MORENO


Dice el adagio que en gustos se rompen géneros. Y es muy cierto. Confieso que de Francisco Martín Moreno sólo he leído una sola de sus novelas. La primera: México Negro, acerca de la historia de la explotación petrolera en México. La novela fue un éxito de librerías, no dejo de reconocerlo, aunque personalmente me desagradó bastante por la impericia del autor en el manejo no sólo de la construcción de la obra, sino del propio lenguaje.

Pretendiendo hacer una novela histórica, la mitad de la obra sigue el derrotero básico y tradicional de este género, pero a la mitad queda extraviado el personaje principal, el cual para la segunda parte se hunde en el olvido del autor quien ya no lo usa ni menciona para nada. De una ficción histórica, toda la segunda parte se convierte de pronto en una especie de libro de historia escrito por un abogado con aspiraciones literarias.

Pero no se me malentienda. Aquí en Elogio de la Lectura jamás he pretendido poner en entredicho a ningún autor ni a ninguna obra. Cuál sería el elogio si no pudiera observarse la evolución y el tiempo dedicado por un escritor como Francisco Martín Moreno que incluso rompió su matrimonio y abandono la abogacía para concentrarse en la realización de su sueño literario. Si Gabriel García Márquez se aisló del mundo, dando todo su dinero a su esposa y sus hijos, vendiendo su automóvil para crear ese pilar intitulado Cien Años de Soledad del que deriva el resto de su obra. Si Paul Gaugin dejó todo el confort de su trabajo en la banca, acabó con su matrimonio y su familia de clase media alta, para absorberse en su pintura, tú lector, mejor que nadie, puedes juzgar si es o no digno de admiración semejante esfuerzo.

A todos los que nos gusta y nos dedicamos a alguna de las formas artísticas de expresión, a los que estamos comprometidos con el fenómeno comunicativo, de un modo u otro todos estos casos nos sirven de ejemplo tanto luminoso como oscuro.

No es fácil apartarse del mundo (o verse apartado del mundo). Actuar y crear a contracorriente o simulando ir con la corriente. Sobre todo no es fácil pretender evolucionar, aspirar al desarrollo personal con toda conciencia y no sólo como resultado de un accidente de la vida o una ocurrencia en la sociedad.

El estatus que alcanza el artista, sin importar su disciplina, es a la vez el del maldito, el apestado, como el del iluminado, el loado. Entre la imagen del tonto de la colina y la del sacerdote que baja de la montaña para diseminar la novedad, sólo hay un ser humano. Idealista, sí, pero humano.

Estadísticamente se estima que alrededor de un 10% de la población mundial cae en las categorías de personalidad definidas como idealistas. Lo peculiar de estos datos es que sin las ideas que proveen estos idealistas, ninguno del restante 90% de materialistas tiene los fundamentos para generar el cambio. Primero viene la idea y luego la acción capaz de realizarla. Lo arduo está en la transición, en la comunicación entre uno y otro.

Por eso, si bien no he querido leer otras obras del autor en cuestión, elogio su entereza, su tezón. Estoy cierto de que en el camino ha aprendido a sortear los retruécanos y a construir lógicamente, correctamente tanto sus frases como sus argumentos. Prueba de ello es que sigue vendiendo bien, muy bien. Me asomaré un día de estos a otro de sus libros, pero mientras estoy seguro que tú me tomarás la delantera, amigo lector, y algo tendrás qué acotar a este sencillo referente.

viernes, enero 23, 2009

LEYES DEL QUERER


Las Leyes del Querer es un libro recientemente publicado y que viene a sumarse a la ya larga bibliografía del prolífico Carlos Monsiváis, septuagenario periodista, escritor, crítico, cinéfilo y mexicano --entre otras monerías. En este volumen editado por la firma Aguilar, Monsiváis concentra su atención en uno de los personajes emblemáticos, mitológicos de la filmografía mexicana y mundial, Pedro Infante, el entrañable Pedrito, Pepe "El Toro". Aún no lo he leído, sólo he recibido la publicidad mediante el correo electrónico. Es bueno revisar el spam, porque en ocasiones se encuentra uno con cosas llamativas y que vale la pena comentar. Por supuesto, el spam debe ser leído siempre con reserva y precaución, a ojo de pájaro y sin clicar en nada que pudiere provocar que se contraiga un virus o permita la entrada de otros bichos informáticos capaces de extraer la información del ordenador o cosas peores. Hay spam que uno pudo haber solicitado en algún momento como consecuencia de andar de metiche y curioso entre sitios, redes y demás recovecos de la Internet, pero luego uno ya no se acuerda de haber visitado tal o cual página y registrarse como usuario. Hay otro que ni siquiera es solicitado. Uno y otro son como los volantes y la folletería que viene en el correo regular, junto al estado de cuenta bancario o en el que se ofrecen servicios diversos de los comercios aledaños al domicilio. Aunque tan odiosa a veces como el "correo basura" (otra forma de nombrar al "correo directo", la estrategia mercadológica que supone el spam igualmente cumple con una función básica: hacernos partícipes de que en algún lugar y de algún modo, alguien tiene lo que uno busca, alguien busca lo que uno tiene, dicho sea parafraseando el eslogan publicitario de Mercado Libre. Si en este caso el spam (sólo una especie de correo publicitario que se distingue del tramposo dedicado al phishing y otras menudencias de dudosa calaña) me pone a la vista una obra edificante, los resultados de un estudio estadístico, mañana quizá me quiera ver la cara invitándome a participar de aparentes negocios millonarios, a formar cadenas de oración (como aquellas en las que uno depositaba una monedita y tenía que circular entre los vecinos, en cuyo caso contario atraía la maldición o por lo menos la indiferencia de tal o cual santo). Lo destacable es que ahora estoy ofreciendo este espacio no tanto para comentar un libro que aún no he leído, o para hacer el elogio respectivo de la lectura del correo directo, como para invitar aquellos que generan spam a que tomen en cuenta que aquí podríamos comentar sus anuncios, para bien o para mal. No por lo que contienen, sino por lo que conllevan. Quien sabe, tal vez mañana Editorial Aguilar me contacte y diga, "oiga, le mando tal libro para que lo lea y lo comente" (una suerte de pago en especie). O quizá ofrezca, "oiga, por una iguala mensual muy muy módica le mando libro y publicidad para sostener su espacio y promovernos y apoyarnos mutuamente". O puede ser que no ocurra nada. Tú, estimado lector que has tenido a bien seguir una o más de las entregas aquí expuestas, comprenderías que el Elogio de la Lectura también pasa por el Elogio de los Tiempos, y que la época actual requiere de la correcta y honesta interpretación (corrección y certeza no necesariamente van de la mano) de los acontecimientos y cosas que se ofrecen consuetudinariamente a nuestros sentidos.

sábado, octubre 11, 2008

EL CUENTO DE UN AMIGO

Recientemente publique en VETA Literaria un cuento escrito por un colega y ex condiscípulo universitario, Alejandro Pliego. La obra se intitula originalmente "Elegir", pero para efectos editoriales de nuestra revista electrónica Indicios Magazín-e de la que estas secciones forman parte, sin ánimo de atentar a los derechos del autor, tras una leve correción de estilo quedó bajo el título "Decisión Fundamental".
La narración en primera persona es súmamente actual y tanto que logra provocar la sensación del peligro soterrado. El narcotráfico, la corrupción, el mal que sostiene a estos flagelos de la sociedad mundial, tarde o temprano nos alcanzan y sólo de uno depende hasta qué punto.
En México no bastó una muerte, la primera ya extraviada en los anales de la historia del crimen, sino una en particular, la del joven de 14 años hijo del empresario de apellido Martí, para que una sociedad entera reaccionara y accionara con una respuesta reprobatoria, un reclamo grave, silencioso pero contundente. A diestra y siniestra se suscitaron comentarios, artículos, exclamaciones de protesta y pesar por las injusticias que rodean a muertes, torturas y demás calamidades asociadas al narcotráfico en todas sus formas y con todas sus consecuencias paralelas. El cuento al que me refiero en esta entrega es uno más de tales estallidos y sin embargo no es suficiente por más que mueve de verdad a la reflexión.
Combinando nombres reales, omitiendo datos sustanciales, apelando al caló del pueblo y del narcotráfico mexicanos, Alejandro Pliego plasma los resultados del miedo y de la imprudencia, la valentía y la suerte, la oportunidad y la decisión honesta.
Seguramente muchos lectores no estarán de acuerdo en la forma lite (un poco ligera) como Pliego utiliza el caló, como quien se desenvuelve poco o nada en ese oscuro círculo, pero ello no resta méritos a la cuidada construcción de los ambientes y los personajes, especialmente la situación que hace el trasfondo. A más de uno nos ha sucedido que momentos de la vida parecen tocarse como extremos de un círculo mágico, como dos serpientes comiéndose entre sí. Cuando ocurre el instante preciso de la iluminación o del insight (como expone Bernard Lonergan S.J.), o dicho de otro modo la visión interna resultante de la intuición, el hombre experimenta la transformación que da el conocimiento de lo fundamental, entonces es capaz de comprender las consecuencias de las decisiones del pasado y de proyectar las posibilidades del futuro que le espera.
En "Elegir" o "Decisión Fundamental", Alejandro Pliego nos conduce con ánimo crítico hacia la auto reflexión con la mirada de lo que pudo ser y, al menos en el personaje central que funge a la vez como narrador, de lo que no fue por el hecho indubitable de ciertas elecciones tomadas en momentos decisivos. Mas de uno podrá verse reflejado en ese espejo y no faltará quien encuentre en el caso más de realidad que de ficción.

domingo, agosto 24, 2008

BLOG INTELIGENTE

He dado una cuidadosa repasada al blog Biblialogos de este nuevo miembro de nuestro grupo Elogio de la Lectura / Meditaciones Antropológicas, y desde ahora fino amigo Ariel Ruíz Mondragón, y cuya liga se incluye en su mensaje previo y aquí.
A todas luces merece elogios. Su seriedad y capacidad periodísticas están a la vista. Con preguntas puntuales, inteligentes, bien construidas, Ariel sabe introducirnos en la obra y la persona que centra su atención en cada entrevista publicada. La más reciente al colega Raúl Trejo Delabre pone de manifiesto una preocupación que personalmente comparto en torno al potencial de la comunicación vía la Internet. No puede uno menos que reflexionar sobre las tampas en las que uno cae y las que uno mismo pisa en la aventura cibernética.
Aportaciones como la de nuestro buen amigo Ariel (bien venido al grupo y espero que éste para él resultara bien hallado) definitivamente enriquecen y dan sentido a este esfuerzo y sus colaterales reflejos como la revista Indicios Magazín-e.
No es fácil dedicar tiempo a un esfuerzo personal ambicioso. Crear un blog, mantenerlo, hacerlo atractivo se dice fácil; pero quienes nos metemos de lleno en la aventura incluso de conformar redes como las que se derivan de y construyen a Indicios Magazín-e, sabemos que no lo es. Por tal razón, y con mucho más gusto, venga el elogio y el apoyo a este y todos los esfuerzos de Ariel y cuantos miembros, lectores, visitantes y distraídos pasen por aquí y sitios semejantes, que no sólo muestran un profundo interés en las oportunidades de lectura, sino ven en ella la ocasión para meditar alrededor de lo que significa ser humano.

miércoles, agosto 06, 2008

ESTE TÍTULO NO CUENTA


En días pasados recibí las lecturas correspondientes a las entregas venideras: Presentimientos, novela por Clara Sánchez y cuyo blog recomiendo ampliamente; y Ante los ojos de Desirée, novela corta escrita por Federico Reyes Heroles. La primera, española. El segundo, mexicano. Como es de esperarse, de inmediato les hice sitio a la mesa del banquete mencionado líneas atrás y me dí a la tarea de comenzar su lectura.

Ahora bien, si he comenzado con una disculpa, es porque no tengo los seis sentidos puestos en la encomienda. Y así lo anoté en la primera de forros internos Ante los ojos de Desirée con un texto aplicable a ambas obras:

6 de agosto de 2008. Aun antes de leer este libro adivino en su trama una gran similitud con mis sueños, con mi vida misma. Ya veré cuan cierta es mi sospecha. Por lo pronto lo recibo cargado de tristeza, pesadumbre y angustia, pues en días recientes y hoy se ha confirmado, la noticia acerca del estado de salud de mi madre, de mi gran adoración, me enfrenta con la proximidad de lo inevitable.
Es verdad que aún no hay una sentencia dada, que no hay una fecha definitiva. Nadie muere en la víspera y, mientras hay vida, hay esperanza. La ciencia ha avanzado horrores, pero no hay garantía cuando el diagnóstico señala la inminencia, el peligro constante del ro
mpimiento del aneurisma que queja toda la aorta de mi cómplice, amiga, confidente. No me hago a la idea de vivir alejado de ella, sin ella. No es miedo a la soledad, siempre he sido solo, solitario, soltero. Es miedo en todo caso a su ausencia.
Hace dos años perdí a mi compañera, mi perrita Milka. Nunca experimenté una si
mbiosis semejante con una mascota. N la he llorado. A la semana siguiente murió la hermana de mi madre, muy querida. No la he llorado. Ahora se me quiere arrancar lo que me queda. No puedo, no debo llorar. La fortaleza es necesaria para sobrellevar el trance, para servir de soporte.
Perdón. A veces flaqueo.
Ahora,
 sólo espero poder cumplir su íntimo deseo final: ver a sus nietos, aquellos de los que no sabemos nada desde hace 20 años, antes de partir.

Ojalá este llamado llegue a sus corazones.