Copyrights @ Journal 2014 - Designed By Templateism - Published By Gooyaabi Templates - SEO Plugin by MyBloggerLab

sábado, julio 25, 2009

RÁPIDO Y MEJOR

Empezaré este artículo con un par de preguntas. ¿Cuán rápido lee usted, amigo lector? ¿Cuánto y en qué calidad comprende lo que lee?
Paseando por los blogs que comprenden Indicios Magazín-e, en uno de ellos encontré un anuncio que llamó mi atención. Claro, me dije, ¡blaj, publicidad! Pero como no soy tan cerrado como para no dar oportunidad a algunos mensajes comerciales y entiendo que de ellos depende en parte, a veces gran parte, el sostenimiento de muchos sitios y blogs en la Internet, cliqueé el anuncio. Fui a dar a un sitio donde ofrecen cursos para mejorar la lectura, lo que significa acelerar el modo como se capta la información contenida en un texto formado por palabras y hacer más eficiente la manera como se comprende esta información.
El método implica una serie de estrategias lectivas cuya finalidad es permitir que lo que uno ve en libros, páginas web y demás medios escritos sea adecuadamente digerido para dejar un aprendizaje más allá de la simple influencia de la memoria.
Personalmente he dado cursos al respecto, pero siempre queda la duda de cuánto ha aprovechado las enseñanzas. El sitio incluye un recurso para motivar la compra de los servicios que, además de atractivo, resulta edificante: una prueba para medir las capacidades de uno como lector.
Tomé el examen. Noté que el tiempo que lleva leer un texto en Internet puede ser tanto más rápido como veloz pueda ser la capacidad de reacción del lector en su interactividad, es decir en la medida de la coordinación mano-ojo para el manejo del ratón. Contra lo que ocurre con un libro, la disponibilidad y maniobrabilidad del medio es un indicio clave para el entendimiento de lo que ocurre en la mente humana al momento de la lectura.
Luego de obtener los resultados del examen y compararlo con experiencias previas, quedé azorado. No juzgo aquí ni la prueba ni el método, pero con el conocimiento de causa me atrevo a decir que bien valdría la pena que más de uno de nuestros estimados lectores se acercara a este sitio o a nosotros mismos para aprovechar estos métodos. Estamos seguros que redundará en un beneficio indiscutible en la formación y el desarrollo personales.
Estudiantes, ejecutivos, amas de casa, cualquiera debería aproximarse a estos recursos. Y para mejor muestra, un botón. En la imagen que acompaña e ilustra este artículo están mis resultados, chuecos o derechos, son para pararse el cuello, pero además de un aliciente, son una llamada de atención para mejorar aún más. Uno mismo es el más grande reto que puede tener en las manos.Posted by Picasa

sábado, julio 04, 2009

RELACIÓN CONTENCIOSA

Anota el diccionario sobre "contencioso": dícese de las materias que son motivo de litigio o desavenencia; o sea, añado, de las que no se avienen, de las que no se entienden por no hallarse en armonía. A veces ocurre en una pareja, entre hermanos o vecinos que los une una relación de este tipo a modo de perversión afectiva, generando dependencia y, mientras no es encausada y encauzada, provocando dolor y pena a los involucrados.
Sobre las consecuencias de la bebida y el vacío existencial, de eso trata el artículo que da título a esta entrega. Publicado originalmente en inglés dentro de la revista electrónica Speak Without Interruption (SWI) de la que somos colaboradores, la fuerza de sus palabras acerca de estar ebrio me embriagó.
La escritora identificada bajo el seudónimo Chica Sobria muestra un sorprendente talento en su pluma. Verdadera y profunda, cada línea contiene el corazón y la experiencia, el sufrimiento y el alivio.
Más que un simple desahogo, esta clase de narración es un acto de contrición. Me recordó cierto ensayo filosófico que leí hace tiempo acerca de la embriaguez, empero no me refiero al escrito por el filósofo Gilles Deleuze.
Dicho ensayo me hizo ver este estado de la conciencia de un modo distinto, lo que no significa una justificación para emborracharse.
Cada uno de nosotros es, en un sentido edificante (aunque no se crea que pueda haber tal sentido), un ebrio. Pero no se me malinterprete. La embriaguez asociada con la vida, el amor, el odio, la felicidad, la depresión, la belleza, la muerte y ocasiones equivalentes puede ser tan poderosa o más que la provocada como efecto conocido del alcohol o las drogas or drugs las que sólo potencian la real embriaguez.
Cuando el vacío llega a la mente en la forma de una ausencia causada por algún tipo de pérdida, cualquiera se marea y se extravía; entonces el sentimiento y el pensamiento se vuelven una confusa niebla de incertidumbre. Semejante enajenación de la identidad personal lleva a la conducta del individuo a fabricar su propia epopeya, una en la que el héroe y el villano son la misma cara ante el espejo. Cuando esos rostros se funden en uno el sentido común, la iluminación sucede.
La debilidad ante la existencia y no ante los elementos estimulantes creados para embrutecer la mente humana es la razón por la que caemos en las trampas de la perdición Independientemente de publicar en una entrega posterior el artículo descrito ya traducido al español para comodidad de nuestros lectores, su lectura en su idioma original ayuda a palpar las vibraciones detrás de la lengua, nos acerca notablemente al hablante. Para leer el original, basta con que hagan click sobre el título de este post. Por lo pronto y sin perder de vista la finalidad de esta sección ni desviarnos del tema dela embriaguez los invito a solazarse también con el poema "Embriaguez del Desierto" de Óscar Portela.

jueves, junio 25, 2009

ARTÍCULO EFÍMERO

El siguiente artículo sólo tiene como finalidad probar cómo funciona el Google Analytics.
En realidad, las líneas anotadas tienen como objetivo llenar un espacio a lo estúpido en la esperanza de generar algún tráfico.

lunes, junio 15, 2009

A TRAVÉS DEL PUENTE DE CRISTAL

Esto del luto es una monserga, pero también una aventura. Hacía mucho tiempo que no escribía tanto y en tantos lados, lo que me encanta pero también me asusta. Mas no me asusta la responsabilidad, el compromiso, sino el riesgo latente de estar en ascuas por causa del acecho de los fantasmas que fustigan así el dolor como el amor. (Y me asusta que aún no percibo un centavo por esas palabras; y la ausencia de comentarios a veces me hace dudar de su utilidad y penetración, aunque claro, la safisfacción personal y la difusión aparejada por ahora bastan y sobran)
Hay muchas formas de duelo, tantas como cabezas en el mundo y como experiencias afectivas. Pero todos en algún momento de la vida experimentamos El Duelo, así con mayúscula. Generalmente ese tiene que ver con la pérdida del más grande y definitivo amor. Y puede repetirse, aunque graduado. El Duelo es un hito, el punto de partida de la iniciación para ser humano.
Recientemente, la indignación por la tragedia sufrida por las familias de los pequeñitos fallecidos a consecuencia del incendio de la guardería en Hermosillo, Sonora, México, inscribe y nos incluye a todos en esta forma de duelo, si bien los principales protagonistas de esta historia son los padres.
De nuevo, mi madre sale al paso para ayudarme a asimilar la realidad. Pues aun cuando ella para mí representa hoy El Duelo de mi vida (título que se suma a la lista de mis novelas, cuentos, poemas y ensayos que tengo frente a mí en el escritorio, en plena producción) sé por ella y su experiencia personal que incluso semejante quebranto no se compara con la pérdida (por cualquier medio o circunstancia) de un hijo, máxime cuando la privación sucede en las edades más tiernas. En mi familia lo sabemos y comprendemos con claridad y con dolor compartido.
Pensado y dicho lo anterior me veo al espejo y descubro una copia de mí mismo. Una versión masculina y mexicana de Susan Boyle. De pronto me parece ver en derredor máscaras de facciones neutras, sin embargo imitando los rostros de mis seres queridos. La superficie del espejo me revela el cambio que he venido padeciendo día con día. Soy como Bipa, la joven protagonista de La Emperatriz de los Etéreos, con hilos de plata entre los cabellos cada vez más escasos, una piel que se va adelgazando erosionada por la pena, desgastada por la edad. Tras mi mirada ahora más transparente adivino la piedra semipreciosa que palpita en mi pecho, el ópalo que regula mi vida, el reservorio de la belleza y la razón de mi ser. Como agua cristalina, el frío bloque de hielo, el reflejo mercuriano ante mí me expone invertido, divertido, controvertido, en una compleja introversión que apuesta por extrovertirse aunque sea por medio de las promesas contenidas en las palabras, ésas como estas que ahora lees con paciencia y quizás algún afecto, como cruzando un puente de cristal tan firme y vulnerable como el sueño que he tenido.
Aunque no la había leído cuando la mencioné por primera vez en este espacio, La Emperatriz de los Etéreos es una novela cuyo público objetivo lo conforman los infantes y los adolescentes; pero no exclusivamente. Se trata de una historia fantástica, que se antoja de ecología un poco futurista. Es una historia que linda con las fronteras de los mitos de iniciación. Sencilla, visual, su motivo central es el cambio, la única constante en la vida; la transformación de la corporeidad a la espiritualidad, el abandono del prejuicio para abrazar el juicio de la madurez.
No es necesario ser niño o adolescente, físicamente, para identificarse con los personajes de la novela y la historia que narra. Personalmente, al principio me identifiqué con Aer, el amigo de Bipa, por lo curioso, su alegre interés en la novedad, su idealismo y su carácter disperso pero firme. Confieso que a Bipa la repelí por su exagerado pragmatismo que a veces raya en la grosería. Me cayó mal. Pronto descubrí que es más cercana a mí de lo que imaginaba.
Aquí no tiene qué ver el lado femenino o masculino del lector, sino los valores y cómo se van lustrando en el transcurso de la narración muy bien escrita por la autora española Laura Gallego García.
Parecerá que ahora, en el párrafo que comienza, cambio de tema. De ningún modo, mi Elogio de la Lectura consiste en la concatenación de sensaciones y experiencias enraizadas en las imágenes que suscitan las palabras, o las palabras que detonan las imágenes. En el cuento "Carta a una señorita de París" de Julio Cortázar incluído en el primer volumen de los Cuentos Completos editado por Alfaguara y que originalmente formó parte del libro Bestiario, el protagonista y narrador detalla su peculiar estado. Es un individuo que vomita gazapos, conejitos vaya. Aquí usé la palabra gazapo con todo propósito, tanto como sinónimo de cría de conejo, como en su sentido de "error o equivocación que por inadvertencia se deja escapar al escribir o al hablar".
El personaje del cuento se dedica a escribir, así que Cortázar tampoco utiliza gratuitamente la palabra "gazapo" sino como metáfora. Quienes escribimos o pretendemos hacerlo, como dicho personaje vivimos entre gazapos, a veces muy encariñados con ellos a pesar de lo molestos e incómodos que pueden ser. Como el personaje, ahora yo veo mi entorno y, agobiado por la ausencia de mi madre, también concluyo "qué difícil oponerse, aún aceptándolo con entera sumisión del propio ser, al orden minucioso que una mujer instaura en su liviana residencia. Cuán culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla allí simplemente porque uno ha traído sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde habrán de estar. Mover esa tacita vale por un horrible rojo inesperado en la modulación de Ozenfant, como si de golpe las cuerdas de todos los contrabajos se rompieran al mismo tiempo con el mismo espantoso chicotazo en el instante más callado de una sinfonía de Mozart. Mover esa tacita altera el juego de relaciones de toda la casa, de cada objeto con otro, de cada momento de su alma con el alma entera de la casa y su habitante lejana. Y yo no puedo acercar los dedos a un libro, ceñir apenas el cono de luz de una lámpara, destapar la caja de música, sin que un sentimiento de ultraje y desafío me pase por los ojos como un bando de gorriones".
Susan Boyle, como yo y de mi misma edad y también soltera, de algún modo adolescente, también recientemente huérfana; Bipa, como ambos, enamorada de la esencia del huérfano Aer, del que en un momento se ve privada, se lanza a la aventura del duelo y todos, igualmente, nos lanzamos a la búsqueda de nosotros mismos, sin rumbo definido, acompañados apenas por un fardo de recuerdos que, no obstante su peso y apariencia de golem monstruoso, fielmente nos sigue por el sólo hecho de ser el resultado de la memoria, el conjunto más cuidado de gazapos, la reminiscencia de lo que acostumbramos ser como suma de aciertos y errores, la esperanza de resultar en el orgullo de nuestra madre por obra y gracia de nuestros talentos, tal y como promete el físico relativista Daniel Hawking a su mamá dentro de la serie televisiva Lost. "Las costumbres", escribe Cortázar, "son formas concretas del ritmo, son la cuota de ritmo que nos ayuda a vivir". Pero estas también con el tiempo se diluyen convertidas en rutina. La rutina es útil mientras sirve a la construcción de lo que se tiene: la vida.
"Vivir la vida", pone Laura Gallego en voz de Bipa: "eso no tiene precio. Quien no haya pasado nunca frío no apreciará el valor de una huoguera. Quien nunca haya llorado no disfrutará de los momentos de risas. Quien no haya pasado hambre no valorará un plato de estofado caliente. Quien no conozca la muerte no sentirá amor por la vida". Esto es lo que mi Coneja me enseño.

Una postdata para ser congruente con estos Apuntes alrededor del vacío, secuela como bien sabes de mis Apuntes alrededor del Deseo: La Emperatriz de los Etéreos por su impresión es como dos libros en uno. El forro con solapas, impreso en técnicas offset y serigráficas, equivale a uno con cuerpo pero vacío de sustancia; es preferible quitarlo para no dañarlo, así se descubre una portada de diseños menos corpóreos. Es el segundo libro, nada hueco.

viernes, mayo 29, 2009

PARA DELEITAR Y PROVOCAR AL OÍDO

Estrenando sitio, canal, versión, ruta, opción, producto, compilación, sección, o añadiendo en una palabra una nueva VETA Acústica a las que ya conforman nuestra revista Indicios Magazín-e. Seguro de la fuerza de la voz hablada y la penetración de la música como el lenguaje más universal de todos, empleo esta plataforma de Elogio de la Lectura para reconocernos de modo más acariciante o, si se prefiere, más ruidosamente. Ya vendrán sus comentarios, sugerencias y críticas. De verdad las esperaremos con ansias. Por lo pronto quede como muestra este botón y esta liga.

lunes, mayo 11, 2009

SOLICITO AYUDA DE LOS LECTORES

Hace unos días cierta persona me hizo un comentario por otro medio distinto de este en el sentido de que "tengo muchas admiradoras(es)", a lo que contesté lejos de una postura de falsa humildad que simplemente no lo creo.
Como habrán notado los amables lectores que eventualmente visitan la red de blogs que constituyen nuestra revista electrónica sui generis y muy personal Indicios Magazín-e, y de la cual este blog forma parte, nos encontramos (me encuentro, el autor y editor, el nosotros obedece a un formulismo academicista quizá un poco rancio que pretende mostrar respeto ante el público mostrando una actitud no petulante); nos/me encuentro, decía antes de la disgresión, efectuando cambios en el diseño de estos sitios. Empero, hete aquí, amigo lector, que entre el luto en que me encuentro y otras viscitudes que no viene al caso exponer, no alcanzo a decidirme por completo por la plantilla más adecuada para el conjunto de mis blogs. Aquí es donde cabe mi solicitud de ayuda.
Por una parte me sería de mucha ayuda que antes de terminar esta semana visitaras mis sitios A Vuelapluma, Tiempo y Destiempo, Mucho más que Molinos y Gén-Eros Con-Texto, y opinaras sobre el aspecto (aún inacabado) de los mismos. La idea es proporcionar a tus ojos y dedos un producto interesante.
En segundo lugar, me ayudarías a confirmar si lo que dice esta personita sobre la existencia de "admiradoras(es)" es verdad aunque sea mínimamente. Yo digo que no, ¿quién apuesta por que sí? ¿Será que existe un club de fans y uno ni enterado?
En fin, conociendo la dinámica de los comentarios, tengo mi propia teoría, ya me desmentirán.